Mas allá de una persona

A propósito de la inscripción en estos últimos días de los dos principales aspirantes a ganar la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela en las elecciones del 7 de octubre (Radonski y Chavez) y a las fuertes disputas que dichos comicios han generado, me parece apropiado reflexionar un poco acerca del significado que, nosotros los venezolanos, le hemos venido dando a este puesto (Presidente de la República).

Lo primero y creo que mas notorio es que hemos asumido que el presidente de la República es un mesías, una persona que esta allí para resolver todos nuestros problemas, y que con su sola presencia
todos avanzaremos y seremos mejores como sociedad. Lo cual y a mi humilde opinión es un graso error, ¿por que? pues porque aunque ciertamente el presidente de un país con sus decisiones juega un rol importante para su desarrollo, este rol no es nada comparado con el que jugamos nosotros mismos, los ciudadanos, porque de nada sirve tener todas las oportunidades del mundo si no las usamos, es inútil que el presidente promueva la unión, si a pesar de ello los argumentos que usamos para defender nuestras ideas son insultos vacíos y con la única intención de hacer daño, porque aunque un mandatario realice una mala gestión, nosotros somos tan culpables como el por no ser parte de la solución.

 como estos hay muchos ejemplos de como las gestiones presidenciales pueden verse opacadas por nuestra propia disposición a respetar las ideas, a aportar las nuestras, y a buscar soluciones.

En segundo y ultimo punto, creo que hemos adoptado la errónea creencia en que únicamente las ideas que emanan o surgen de nuestro lado o ideas políticas, son las apropiadas para ayudar al desarrollo de nuestra nación, lo que genera comúnmente discusiones sin tregua y mas aun discusiones sin reflexión y sin  retro-alimentación entre ideas de una posición y de otra, siendo esto una causa de estancamiento político, que ha llegado a alcanzar un estado de tanta gravedad, que pareciera que no hay ideas  nuevas, solo promesas vacías. Por esto es importante abrir la mente, y pensar primero en que estamos equivocados, aceptar las criticas analizarlas a ver si son ciertas, y por supuesto criticar los que nos parece mal, con argumentos y soluciones.

Esta nota, aunque admito bastante improvisada y con miles de correcciones y miles de cosas que se le pueden agregar, refleja sin embargo, y a mi parecer, parte de la idea errónea que hemos tomado de la política, y de las personas que ejercen el poder.

Ya expuestos algunos puntos, puedo afirmar, y de manera muy personal, que debemos cambiar nuestro rumbo, debemos dejar de pensar que un presidente es aquella persona a la cual le endosamos únicamente la responsabilidad por el progreso de una nación que nos pertenece a todos, basta de imputarle únicamente a una persona los desastres y los aciertos que ocurren dentro de ella, debemos aprender que nuestro deber con Venezuela no es solo con el voto, sino también con trabajo, educación, constancia, y dedicación, solo así comenzaremos a ver el progreso que todos anhelamos y muy pocos persiguen, solo así lograremos prosperar todos y cada uno de nosotros. Porque el progreso es una responsabilidad que  esta mas allá de una persona, es una obligación que nos pertenece a todos solidariamente.