Bienvenidos

Buscar este blog

jueves, 7 de marzo de 2013

El Huracán Bolivariano. Por Leonardo Gomez Acevedo


Huracán Bolivariano.
agradeciendo la publicación del articulo, nota

El “Huracán Bolivariano”, recuerdo esa frase a pesar de lo joven que era, muy característico de tu personalidad con jocosidad y regocijo agarraste unos binoculares  y viste al fondo de tu avenida, tu sitial de honor para las mas contundentes expresiones de fervor y amor hacia tu persona y tu política, aquella extensa avenida Bolívar que en más de una ocasión fue testigo de tu liderazgo y refugio de todos tus seguidores. No te recuerdo, cuando saliste a la palestra pública apenas tenía 2 meses de nacido por lo que tu famoso “por ahora” no pude vivirlo de la manera en cómo me hubiese gustado vivirla. Saliste en el año 94, este niño de apenas 2 años seguía sin tener conciencia de lo que significaría esa salida, ese
renacer.
Crecí viendo solo una parte del país, una sola percepción de la realidad, una sola cara de tu persona. Te proteste todo, dentro de mi juventud te reproche todo lo que hacías, te ajusticie hasta más no poder, sin comprender lo que tu convicción intentaba transmitir. Recuerdo el día que le reprochaba a cercanos el ser fieles a tu propuesta, a tu idea, sin entender realmente lo que ello significaba.
Un día decidí leer sobre tu gesta, leer sobre tus acciones, sobre tu vida, sobre tus vivencias, ya con un cierto grado de madurez empecé a entender lo que un día te reproche. Compartir con una persona que es radical con tu pensamiento me facilito la labor de entender el porqué eres el “Huracán Bolivariano”, sin embargo, considere prudente mantenerme aun al margen de lo que tu duraste años en construir.
Fue difícil, incluso mi primer voto en alguna elección lo hice en contra, cosa de la cual hoy en día me arrepiento enormemente. Esta decepción y los diferentes acontecimientos que se iban presentando me permitieron de una vez por todas unirme a esa batalla ideológica que tú pregonaste y que durara y quedara viva en la historia venezolana.
Fue hasta un día extraño, recuerdo que en contra de mi voluntad, embargado de mi característica flojera tenía cierta convicción de no asistir al día mas importante de mi vida en el ámbito político. Llegando a la estación teatros me cambio el semblante, inconscientemente empecé a sentir cierta emoción por el ambiente que me rodeaba, la cara de tus fieles, el sentimiento de tu gente. Todavía sin comprender lo que pasaba y entre rumores me postre (muy bien acompañado) en la plaza O’Leary a la espera tensa de lo que ocurriría ese día. Aproximadamente a las 4pm las primeras caras de cierto desconcierto pero de mucho apoyo cambiaron radicalmente a rostros de alegría, mucha gente abrumada e incrédula a pesar de estar años viviendo la misma situación, probablemente sabiendo lo que sería uno de tus últimos paseos triunfales por las calles capitalinas. Al fondo entre un mar de gente venía bajando el “Huracán Bolivariano” quien fue capaz de superar cualquier adversidad, retando al destino y a cualquier opinión mal sana sobre tu presencia. Bajaste y te vi, al líder que muchos admiran y aman e incluso idolatran, sin necesidad de que me explicaras el porqué, entendí tu misión en este país, tarde probablemente mucho, sin embargo, no me arrepiento.
No pretendo ser más chavista que Chávez, ni ser mas revolucionario que muchos porque además esa mención me queda grande, pero desde ese día me comprometí y adquirí la plena convicción de que siguiendo ese camino me sentiría bien y que haría lo que pudiera porque esa idea nunca se apagara. Debo agradecer siempre, tengo la dicha de decir que mi primer voto fue para Hugo Chávez, de haber podido disfrutarte en una de las batallas más duras que emprendiste, no por tu contrincante sino por todo ese aparataje que se armo en tu contra. Tu valentía siempre fue infinita: desafiaste al gobierno adeco-copeyano que nos tenia destruidos, asumiste una responsabilidad que le cambio la vida a ti y al país, arrasaste en 16 elecciones, aguantaste cualquier tipo de conspiración en tu contra y triunfaste con todo y tu adversidad personal como lo fue la enfermedad que terminaste padeciendo.
Para terminar, me quedo con una imagen simbólica, uno de los retos más importantes por más insignificante que la quieran hacer ver: llenaste las 7 avenidas más importantes de la ciudad capital, pero lo más significante de este hecho fue la cara de cada uno de los venezolanos que allí se encontraban. La inocencia del niño que te vio y quiere ser como tú, del joven emprendedor que se compromete con tu proyecto, del adulto que vive y disfruta tu legado, del viejo que te agradece por haber llegado a nuestro país. Te fuiste un 5 de marzo, el “Huracán Bolivariano” ya no en tu imagen sino en la de un pueblo que desborda una ciudad para agradecerte las batallas, alegrías, tristezas y demás recuerdos que se le pueda venir a la mente al centenar de gente que vino a despedirte. El mensaje es claro: “EL HURACÁN BOLIVARIANO ESTA MAS VIVO QUE NUNCA”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario